[Ciberayllu]

Poeta
en su oficina

Jorge Frisancho

 
 

 

(cu�les horas)

cu�les horas en tr�nsito
si las de estarse quieto en estos interiores
son las de estarse aqu� sobre la m�vil silla
que nos conduce a nada velozmente
salvo por esa herida bajo el p�rpado
salvo por ese cierre
salvo por la palabra

no estar en ning�n lado pero solo en el cuarto
en el que en qu� idioma escribes estas ansias
quedas huecas sordas palabras prisioneras
que a nada nos conducen ferozmente
sino a la ciega �rbita met�lica
del ojo de la m�quina

pero este estarse aqu� profundamente
es ya no estar all� ni haber estado
salvo por la memoria que se cierra
sobre esta misma hora silenciosa
y en el silencio de la hora hiere
el p�rpado con m�viles palabras

que est�n aqu� jam�s sobre la silla
que en qu� cerrado idioma nos conduce
a nada finalmente, a cu�les horas


(Identidad)

qui�n es qu�, y cu�ndo, y en qu� sitio
sino este opaco cuero que se desvanece
al mero tacto de las horas solo
ac� en su oficina

(esto mismo, ya, serenamente
aunque du�lanos decirlo)

(estas propias palabras, este oficio
que pregunta sin pausa qui�n qu� cu�ndo
y c�mo y por qu� cosa el cuero al tacto
y ya desvanecido)


(me sale espuma)

pero qui�n sabe qu� la agonizante lengua
si no la propia lengua desarmada

pero qui�n sabe d�nde ese lugar que es otro
pero qui�n sabe c�mo cu�ndo qu� carajo

(si no entonces qu� es este pret�rito sombr�o
del mism�simo verbo que se desconoce
en la ma�ana bruta en que nos hemos ido
a fecundar qui�n sabe qu� avechuchos tristes
en el paisaje impropio
de la p�gina ajena

o el paisaje es ajeno y la p�gina es otra
en el propio poema que se desconoce
la insalvable lengua
en que nada se dice o solamente
se dice la distancia)


(lo que no fue)

lo que jode
es la oscura tentaci�n de haber estado
en parte alguna pero ahora mismo
m�s que nunca en el lugar horrible
que llam�bamos casa al descubierto

lo que jode es la mudanza idiota
de la ciega memoria de ese sitio

lo que jode, te digo, es lo que queda
del pasado en el pedazo incierto
del papel en que lo est�s nombrando
para quebrarle el hip�crita silencio
a la memoria misma
de aquello que no fue
pero se ha ido


(lo mismo que nada)

dejar hablar al amasijo informe
al bulto ciego
a la alima�a

que te llene la p�gina de cagarrutas

para hendir las ardientes entra�as
abrir la herida �cida
y soltar el chorro

palabra por palabra

es lo mismo que nada

es lo mismo
que obligarlo a callar

 

 

Comentario privado al autor: © Jorge Frisancho, 2001, Jorge.Frisancho@scottforesman.com
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