Escudo español de Jauja

Escudo español de Jauja


Al llegar a Xauxa en su ruta de Cajamarca al Cusco, los españoles, siguiendo la ruta del impresionante Kapaq Ñam, o Camino de los Incas, llegaron al mayor valle de los Andes, formado por el río Hatun Mayu (gran río) o Wanka Mayu (río de los Wankas), al que ellos llamaron Río de Jauja, y que hoy se conoce como río Mantaro.

La ciudad más importante del valle se llamaba Xauxa (probablemente pronunciada Shausha), y se hallaba al borde mismo del río, a cierta distancia al sur de la antigua Hatun Xauxa (Jauja la Grande), ciudad o saya cabecera del señorío Wanka que había sido destruida por los Incas en la segunda mitad del siglo XV para castigar a los rebeldes Wankas y asegurar su sometimiento. (Hay en estas páginas algunas vistas de las ruinas de Hatun Xauxa, hoy conocidas como de Tunanmarca.)

En Xauxa los españoles encontraron innumerables almacenes (tampu o tambos) repletos de alimentos y ropa, y pudieron alimentarse y recuperar fuerzas. Impresionados por esta abundancia, así como por la aún hoy legendaria bondad del clima, decidieron establecer ahí la capital de Nueva Castilla, y en abril de 1534 fundaron la ciudad, muy cerca al poblado original, en lo que hoy se conoce como Villa Xauxa (posteriormente, a mediados de los años 1570, se volvió a fundar la ciudad en su lugar actual, dos kilómetros al norte de Villa Xauxa).

La abundancia encontrada en Jauja fue tal, que entró a la leyenda como un lugar de abundancia en el que no era necesario trabajar. En el lenguaje español peninsular (y en algunos otros lugares de América), Jauja es aún símbolo de abundancia y ocio.

Si bien no todo el mundo está de acuerdo en la validez del escudo español de Jauja, la imagen que aquí se presenta es la más conocida y persistente. El simbolismo mestizo de Jauja está en todos los símbolos presentes: un águila y un cóndor, Santiago apóstol y una torre andina, así como el sol y el perfil de los cerros que rodean al valle.


Domingo Martínez Castilla, diciembre 1996.

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