A la portada de Ciberayllu

19 octubre 2004

La máscara del poema+

Nicole Barrière

 

Nota de un evento vallejiano en París

El gran Homenaje Internacional en Par�s realizado el 15 de abril pasado en la Casa de Am�rica Latina,� fue un �xito por la calidad de los participantes. De este homenaje se retendr� la participaci�n de Stephen M. Hart (Gran Breta�a), especialista renombrado de la obra de C�sar Vallejo, quien present� uno de sus mejores y m�s c�lidas reflexiones sobre la vida y la obra del gran poeta peruano. El t�tulo de su trabajo es �Las m�scaras de C�sar Vallejo�. �Cu�l es la observaci�n de Hart? Resumamos la parte fundamental y al mismo tiempo transparente de esta exposici�n que inspir� el bello texto a Nicole Barri�re que acá se reproduce: la m�scara expresar�a �el enigma entero del ser�. Con sus m�scaras, Vallejo �permanece misterio, y est� bien que as� sea!�, ha escrito precisamente Nicole Barri�re. La contribuci�n de Edgar Montiel, �La prosa del poeta Vallejo�, se refiere a las cr�nicas que Vallejo enviaba a los diarios latinoamericanos, incluyendo los de Lima. La interesante comunicaci�n del joven colombiano Ricardo Arcos-Palma se refiri� al trabajo po�tico de Vallejo en relaci�n con la pintura, correspondencia que la cr�tica �vallejiana� no ha abordado a�n.

Carlos Henderson y Nicole Barrière en el Homenaje
Internacional a César Vallejo, París
(Fotografía de Carlos Gayoso.
Debemos mencionar la brillante selecci�n de los poetas presentes como� Jacques Darras,� destacado especialista de la poes�a inglesa y norteamericana, quien exalt� los m�ritos del poeta C�sar Vallejo y de su impulso po�tico que, seg�n Darras, le permite alcanzar el mismo nivel que, por ejemplo, Walt Whitman. El poeta Jacques Darras ley� algunos poemas de Vallejo en franc�s y Fran�oise Morcillo inmediatamente despu�s los ley� en la versi�n original. Al final de su intervenci�n, esta especialista y traductora de la poes�a espa�ola, dio su opini�n sobre la poes�a de Vallejo , al mismo tiempo que hizo una aproximaci�n entre Vallejo y TristanTzara: es otra contribuci�n de este evento. Nos felicitamos por la participaci�n del actor Guy Lavigerie, quien ley� en franc�s poemas de C�sar Vallejo.

Hay que poner de relieve la selecci�n importante de los poetas de distintos pa�ses y lenguas que intervinieron en la reuni�n, como la poeta francesa Claude Ber acompa�ada por la actriz y contralto Fr�d�rique Wolf-Michaux; la sensible lectura del poema de C�sar Vallejo �Masa� por Nicole Barri�re, as� como la voluptuosidad de las im�genes de sus propios poemas. Fue especial la participaci�n del poeta Pierre Clavilier, ya que este poeta franc�s ley� poemas escritos en espa�ol y, por cierto, en fran�ais. La poes�a �engag�e� tuvo su portavoz en el poeta haitiano G�rald Bloncourt; y la poes�a de la experiencia interior por la voz del poeta griego Dimitris Kraniotis; luego, la poes�a del doble por el poeta argentino Hugo Herrera y la poes�a de los mitos latinoamericanos por la colombiana Luisa Ballesteros. La colombiana Myriam Montoya propuso su poes�a de la experimentaci�n y la mirada interiorizada. La poes�a de la rebeli�n y de lo inefable por el poeta rumano Dinu Flamand, quien ley� una de sus traducciones al rumano de la poes�a de C�sar Vallejo; la fuerza de la poes�a de Vallejo se siente totalmente en la lengua rumana. La prosa po�tica ha estado representada por el peruano Mario Wong.

Es digno de poner� de relieve la prestaci�n musical de un grupo exquisitos artistas argentinos especializados en la m�sica barroca latinoamericana de los siglos XVII y XVIII. Este grupo dirigido por Federico Yacubson (viola de gamba)� est� conformado por B�rbara Kusa (soprano), Gabriela G�mez (soprano) y Ariel Rychter (virginal).

Carlos Henderson, Presidente de la Asociaci�n Amigos de C�sar Vallejo


El poema, el an�lisis del poema, el enigma del dolor de vivir, la experiencia l�mite de la traves�a estuvieron presentes este d�a en el auditorio de la Casa de Am�rica Latina.� El homenaje a C�sar Vallejo revisti� los distintos trajes con los cuales cada uno pretende reconocerse y en el espejo extra�amente vac�o coloc� la m�scara, artefacto fr�gil de las voces. Voz de rememoraci�n, de investigaci�n lo m�s cerca posible de la vida con el enigma entero del ser, C�sar Vallejo sigue siendo misterio �y est� bien as�!

La densidad de su humanismo vinculada al amor inalterable y constante de Georgette, la humana esposa que transfigura la carne del destino de Vallejo, que interpreta lo �ntimo del poeta para entreg�rnoslos, desafiando de esta manera a los ex�getas, aquellos que creen saber c�mo habla la lengua.

Adem�s, �qu� saben de la experiencia viva que fue la de Vallejo, la rebeli�n y la inscripci�n de esta rebeli�n en el coraz�n mismo del poema?

Georgette Vallejo sabe menos que cualquier otro pero sabe m�s, sabe del amor de un hombre atrapado en la tormenta de su tiempo, la pretensi�n apasionada de la libertad, la conciencia de la solidaridad, el balbuceo y buceo de la lengua donde surge el poema, donde se ajetrea y agita la enfermedad y la muerte, y que sabe d�nde la alegr�a y el amor fueron las primeras palabras-puente del hotel donde �l vivi� al apartamento donde viv�a ella con su madre.

Ella conoce la importancia de los textos encontrados debajo del lecho despu�s de la muerte de Vallejo. Ella �dicen los ex�getas� que no sab�a lo que su marido escrib�a; pero ella entiende que se trata de �poemas humanos�; no obstante, hay que ser elegantes si no indulgentes con las separaciones que ella establece entre los per�odos, cuando cambia los t�tulos porque es� para hacer conocer y defender la poes�a de su hombre...� contra todos.

Las propias m�scaras de Vallejo y� las m�scaras producidas por Georgette, �no es el mismo humano sue�o que las re�ne?, �no es la misma apariencia fr�gil de poetas que las gu�a?� �No es el drama de la p�rdida que anima a Georgette, de ausencia en ausencia, de destrucci�n en destrucci�n, y� no es el amor lo que la orienta en esta empresa, haciendo justicia a su esposo m�s all� de la tumba?

Es hermoso que en las pasiones que sigue suscitando la poes�a de Vallejo se eleven m�ltiples voces para defender a la viuda, ya que se afirma la fuerza y la convicci�n de las mujeres para defender la nobleza de los hombres.

Hubo un momento privilegiado y conmovedor en este d�a del Homenaje a Vallejo cuando, en el paseo que nos condujo sobre sus huellas en la calle Moli�re y la avenida de la �pera **, las interrogantes nos invad�an y atravesaban para intentar aprehender la fugitiva caracter�stica de un amor tendido entre dos orillas.

Tiempo reversible e instante de eternidad de la poes�a, su incertidumbre vital y vigilante de la espera y de la ofrenda.

Al igual que Vallejo, nosotros no advertimos lo que dicen nuestras m�scaras; enredamos, confundimos las pistas del poema, trabajamos el poema palabra por palabra de la lengua para intentar abrir el misterio, �embarcados� en nuestro tiempo.

Lo digo sin ambages: Vallejo forma parte de nuestras ra�ces y nuestras memorias. Dentro de nosotros, hay rastros plenos, �hay golpes en la vida, tan fuertes... yo no s�.

Luego los rastros de� Poemas humanos, que fue el t�tulo-m�scara otorgado por su esposa con cierta fortuna, y luego los poemas de Vallejo de Espa�a, aparta de m� este c�liz , que nos convocan a� las tierras de exilio de la poes�a.

Tierras de exilio que conoci�, retengo tres:

�la tierra del exilio del pa�s de donde parte, Per�, donde su ausencia se echa de menos, ya que la p�rdida de un poeta es una p�rdida en primer lugar para el pa�s, para la comunidad de acciones e ideas que se privan de su esencia. Per�, donde hoy es� el m�s grande poeta, pero d�nde se le detuvo para que sucumba en prisi�n;

�la tierra de exilio de Francia y Espa�a donde vivi�, Francia de donde se le expulsa y donde se tarda hoy en reconocer su obra;

�exilio finalmente del territorio mismo del poema del que, sin embargo,� triunfa porque Vallejo lo convierte en un lugar de uni�n entre el exiliado y los otros, donde la singularidad de su ser se incorpora a �todos� y como lugar otro de la p�rdida, lugar acontecimiento, lugar ofrenda de la m�scara donde puede alcanzarse una parcela de verdad humana.

En el Homenaje Internacional rendido a Vallejo por la Asociaci�n Amigos de C�sar Vallejo en la Casa de Am�rica Latina, en Par�s, el d�a aniversario de su muerte, fue la ocasi�n de o�r y hacer o�r las voces� �de la poes�a viva internacional�, como gusta calificarlas su Presidente, Carlos Henderson.

Cualesquiera que sean las m�scaras que se mostraron, cualesquiera que sean las lecturas de la poes�a de C�sar Vallejo que se hicieron, esta tensi�n entre el compromiso de la lengua verdadera y lo dram�tico del existir y el ser, fue un �xito. M�s a�n un momento de comuni�n con la poes�a.�

* * *

+ Traducido del francés por Carlos Henderson.

* Tema central de la intervenci�n, de la conferencia magistral de St�phen M. Hart, reconocido especialista de la obra de C�sar Vallejo: "Las m�scaras de C�sar Vallejo".� Traducci�n de Carlos Henderson.

**Paseo-recogimiento guiado por Stephen M. Hart en compa��a de Carlos Henderson, Pierre Clavilier y yo misma.


© 2005, Nicole Berriére, Carlos Henderson
Escriba a los autores: Carlos.Henderson@wanadoo.fr
Comente en la Plaza de Ciberayllu.
Escriba a la redacción de Ciberayllu

Más crónicas en Ciberayllu.


Para citar este documento:
Barrière, Nicole y Carlos Henderson: «La máscara del poema - Homenaje a Vallejo», en Ciberayllu [en línea]


573/050618