Mensaje del kuraka

Primero de agosto de 1999
[Ciberayllu]
Arguediana
Arguediana

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Después de treintaitrés meses de no darse tregua, este kuraka editor se toma un respiro. Tras algunos años de sedentarismo —interrumpidos sólo por las irrenunciables visitas anuales al Perú— el trabajo me lleva nuevamente a Nuestra América, lo que me va a impedir poner al día a Ciberayllu durante este mes de agosto. Pero entiéndanme, pacientes lectores: espero traer de vuelta nuevas cosas, nuevos textos, nuevas sonrisas, amistades nuevas y otras renovadas. Y vida nueva. (Y te digo, América Latina: vestido azul y niña en brazos, cabellos largos y sonrisa a flor de frases dulces, cintura estrecha, que te ocultas y apareces, siempre, siempre diciendo «Aquí, aquí estoy, sí» y uno que se acerca y te toca en cada idea, y no eres de uno, pero sí para uno, a veces, cuando en la soledad de ojos cerrados te conviertes en la piel deseada que acusa, temblando, el tacto atrevido del distante. América Latina, alejándote, marina, guiño de ojos, idioma universal. Ahí voy, una vez más, para estar contigo algunos días, y luego perderte, nuevamente, por algunos meses, oleaje leve de alto lago, acercándote, montaña arisca, sueño interminable. Buscaré pronto un poema para plantarlo donde crezca y dure.)

Insisto, repito, subrayo: publicar Ciberayllu es un privilegio enorme, pero es también una necesidad vital, lo que no es metáfora. ¿Cómo, si no, vivir tan alejado? Así que ahora, en este agosto, sustituiré la recompensa de los diálogos epistolares que suelo sostener con quienes escriben para esta publicación, por los encuentros de cerca, los abrazos fuertes, los besos a la gente que uno quiere. Y, con muchas ganas, tocar a algunos de los amigos a quienes sólo conozco por este medio. Ya les contaré de mis andares, si es que hay algo en ellos que pueda interesar a nuestros lectores.

¿Y qué salió en Ciberayllu durante el mes que acaba de pasar? No mucho, pero —estamos seguros que los lectores compartirán nuestra apreciación— bueno y relevante. Para empezar, el escritor peruano Edgardo Rivera Martínez, paisano muy cercano, ya tiene lista su segunda novela (la primera, País de Jauja, fue finalista del premio «Rómulo Gallegos», y ha sido considerada como el libro de narración más importante del Perú en la década que termina), y ha tenido la gentileza de enviarnos un breve y hermoso fragmento, «Porras en Danza», que toca muy de cerca a este kuraka, que ha sido danzante de las fiestas jaujinas. El libro del amor y de las profecías estará en librerías en setiembre.

Después de algunos meses de ausencia, nuestras páginas reciben, felices, a Ketty Alejandrina Lis, poeta argentina muy activa en este medio, que nos ha enviado unos buenos versos sobre la amistad y la vida diaria. Gracias, Ketty.

De su más reciente publicación, La piel y la pluma, el historiador y humanista peruano Nelson Manrique publica en Ciberayllu el ensayo introductorio de dicho libro, en el que discute el muy relevante tema del racismo y la cuestión nacional, asunto recurrente en nuestras páginas.

Y por último, el prolífico Antonio Bou nos manda desde su Borinquen querido un cuento en el que, con un estilo diferente pero igualmente notable, relata el encuentro del narrador con un ángel poético y profético, colombiano y soñador.

Lean, piensen, disfruten, amigos lectores. Y nos vemos en setiembre.

Domingo Martínez Castilla
Kuraka editor de Ciberayllu

ciberayllu@www.andes.missouri.edu


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