Mensaje del kuraka

Primero de febrero de 1999
[Ciberayllu]
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Bueno. He estado sentado frente a esta pantalla por un buen rato, este último día del mes, buscando algo interesante que decir: a falta de imaginación, me remito al presente. Afuera hace frío, pero no mucho, y llueve y deja de llover. No hay gente en las calles, como sucede casi siempre en estos suburbios norteamericanos, y mucha gente está en reuniones preparando la cerveza y los hot dogs para sentarse a ver el campeonato de fútbol americano, que es acá una ocasión anual que se parece a la final del campeonato mundial de fútbol en el resto del mundo. Y si hay una considerable cantidad de gente que no entiende ni tiene interés en el fútbol americano, hay mucha expectativa por... los comerciales, casi todos de estreno y preparados especialmente para este día. Así es. Los auspiciadores y sus publicistas de Madison Avenue, en Nueva York, muestran lo mejor de su creatividad y de su humor para justificar los más de cuarenta mil dólares que les cuesta cada segundo de publicidad. Cifra alucinante: más de un millón de dólares por un comercial de 30 segundos. En Ciberayllu no cobramos nada por la publicidad, porque no tenemos ninguna, salvo —por supuesto— la promoción de las ideas y de la creatividad literaria de nuestros autores. De una u otra forma, hay interés en nuestra publicación: en enero recibimos al visitante 30,000 de nuestra carátula, lo que justifica plenamente este haber estado frente a la pantalla sin saber qué escribir.

Hemos iniciado enero con una colaboración de Víctor Hurtado Oviedo quien —a pesar de las apariencias que su frecuente y valiosa presencia en Ciberayllu pueda dar— labora mucho para escribir, pero el resultado es siempre el mismo: humor y reflexiones con un uso extraordinario de los recursos de nuestro idioma. Esta vez, Víctor —admirador de los cánones clásicos— escribe sobre la musicalidad en la gaya ciencia. De yapa, nos envió una breve reseña sobre Tribuna del idioma, libro de Fernando Díez Losada, cultor costarricense del idioma castellano.

Un nuevo colaborador, Alfredo Quintanilla Ponce, desde Lima, divaga sobre un encuentro-desencuentro con el gran Ernesto Sabato, a quien lleva en el corazón, como muchos latinoamericanos.

Seguimos enero con una nueva historia de Antonio Bou, que reaparece en Puerto Rico y en nuestro archivo después de un periplo que lo llevó más lejos de lo que él había planeado, pero no tanto como para perderse de vista. Menos mal, porque Antonio tiene aún mucho que darnos con ese lenguaje sabroso y ese estilo tan personal, tan caribeño. La historia de «El tío Peyín» incluye pinceladas del Borinquén de los años cincuenta, cuando muchos puertorriqueños independentistas terminaron en cárceles y hospitales norteamericanos, sometidos no sólo a la perdida de la libertad, sino a veces a experimentos con radiación y otras atrocidades. Además de las palabras, Antonio ha incluido en esta entrega un dibujo original suyo, maestro como es de artes varios.

Gustosos, abrimos las puertas de Ciberayllu a la literatura boliviana, que se hace presente gracias a Guillermo Delgado P., que nos envió un comentario sobre Los papeles de Narciso Lima-Achá, una obra póstuma del notable escritor boliviano Jaime Saenz.

Cerrando el mes, volvemos al Perú con una entrevista de María Isabel Guerra al pintor Carlos Revilla, maestro de las formas surrealistas y voluptuosas y uno de los pinceles latinoamericanos más destacados de esta segunda mitad del siglo.

Gracias a todos nuestros colaboradores, por ayudarnos a hacer este esfuerzo, y sobre todo a ampliarlo por toda nuestra América.

Domingo Martínez Castilla
Kuraka editor de Ciberayllu

ciberayllu@www.andes.missouri.edu


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