Mensaje del kuraka

Primero de enero de 1999
[Ciberayllu]
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Año de mil novecientos noventainueve. Considerado el último del segundo milenio, pero sólo gracias a la falta de previsión de un sabio monje de nombre Dionisio, llamado el Exiguo, que el año 525 inventó el concepto de dividir el tiempo en el momento del nacimiento de Jesús (antes y después de Cristo, o antes y después de nuestra era), pero olvidándose de incluir un año cero —poco acostumbrado al concepto numérico de la nulidad—. El ahora inminente inicio de siglo y milenio se festejará dentro de un año, a pesar de que todos los siglos anteriores solían iniciarse el uno del uno del uno (es decir, el primer día del primer mes —enero— del primer año —el que se escribe con el dígito uno al final). Supongo que la maravilla de cambiar todos los cuatro dígitos en una noche deslumbra mucho más que cualquier lógica. (Vale anotar que, además, el pequeño abate se equivocó en la supuesta fecha del nacimiento de marras, y por varios años, pero ese es otro asunto). No es muy importante, pero para mucha gente este año es el último de un sinnúmero de cosas.

Por supuesto, esperamos que no sea el último de la existencia de Ciberayllu. Quisiera llenar este espacio de todos los planes que tenemos para los doce meses siguientes, pero sería imposible sustraerse a la tentación de confundir lo factible con lo deseable, por lo que mejor lo dejamos ahí. (Bueno, no puedo resistir con una cosa, una solita: haremos un esfuerzo por latinoamericanizar este espacio cada vez más; vamos a ver cómo nos va.)

Toda esta cháchara es para que no se note mucho que después de publicar once trabajos en noviembre pasado, hemos añadido sólo cuatro en diciembre, pues aflojamos el paso por múltiples razones que van desde la complacencia hasta la convalecencia. Sin embargo, veamos lo que Ciberayllu regaló a sus lectores en diciembre.

Desde Argentina, la poeta Ketty Alejandrina Lis se molestó y escribió un alegato discutiendo el sitio de la poesía en nuestro mundo, acostumbrado a desperdiciar el tiempo. Pero, poeta como es, el vitriolo de su pluma tiene resabios dulces, nectarinos.

También publicamos un trabajo del intelectual peruano Óscar Ugarteche que, en un amplio ensayo, discute la relevancia que después de 150 años pudiera tener el Manifiesto Comunista, frente a los fenómenos de la globalización, la revolución de la información, la sociedad de los servicios. En este caso, vale la pena subrayar lo de «intelectual»: un científico social es un intelectual, como lo es un maestro universitario, un novelista, un crítico social, un luchador de derechos humanos: el término es lato, y necesariamente ambiguo. En el caso de Óscar, el término es más que apropiado, pues él es todas esas cosas: economista de nota, luchador incansable contra todas las formas de discriminación, crítico social de mente aguda, consultor internacional, escritor de cuentos (que sabe separar de su oficio de economista, como lo subraya Víctor Hurtado en la dedicatoria del primer artículo de su reciente libro), y novelista a punto de dar el batacazo con su primera obra de largo aliento, ya en proceso de publicación por una importante editorial. Pero ya hablaremos de eso en los meses que vienen.

Damos la bienvenida a Jesús Bottaro Naranjo, narrador venezolano y neoyorquino de gustos entre grotescos y surrealistas, que tuvo a bien enviarnos un cuento que es un resumen de disquisiciones filosóficas que tienen de fondo a un alucinante viaje en el subterráneo de Nueva York.

Y de postre, este editor se trajo unas fotos del pan de Jauja, su tierra en el Perú, y que comparte con los lectores.

Hay cosas buenas para enero. No olvidarse que cada dos semanas anunciamos las novedades a través de nuestra lista de correo electrónico.

Por supuesto: los mejores deseos de Ciberayllu para sus lectores y colaboradores. De verdad. Sinceramente. Créanme.

Domingo Martínez Castilla
Kuraka editor de Ciberayllu

ciberayllu@www.andes.missouri.edu


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