[Breviario de Ciberayllu]

Notas brevísimas

   
Carrillo: Cronistas de convento En los días transcurridos entre la adquisición de este libro y la redacción de esta nota, Francisco Carrillo encontró la muerte en un accidente de carretera, cerca a Huancayo. Auténticamente modesto como saben serlo solamente quienes llevan a cabo tareas importantes, Carrillo fue publicando en los últimos quince años su Enciclopedia histórica de la literatura peruana, cuyo noveno libro es Cronistas de convento y cronistas misioneros (Editorial Horizonte, Lima, 1999). Como los otros tomos de la colección, el libro incluye un ensayo inicial y una antología comentada. Esperemos que Carrillo haya dejado otros tomos listos, pues su trabajo sobre los cronistas es lectura obligada para quienes nos iniciamos en el estudio de las fuentes históricas del periodo colonial.
(DM, noviembre de 1999.)
Varela: Concierto animal Recientemente homenajeada en París y en Madrid, Blanca Varela es una poeta cuya estatura universal no hace más que acrecentarse. Desde su primer libro, Ese puerto existe (1949), prologado por su amigo Octavio Paz, hasta los versos que aparecen en Concierto animal (PEISA, Lima, y PRE-TEXTOS, Valencia, 1999), su afilada poesía hunde al lector en una quietud rebelde. Un par de líneas de unos versos con los que ella quiso homenajear al recientemente fallecido Paz:
    la tierra gira
    el ojo de dios no se detiene
    qué haríamos pregunto
    sin esta enorme oscuridad
(DM, noviembre de 1999.)
López: Vanguardia literaria en el Perú Originalmente una tesis de maestría, El laboratorio de la vanguardia literaria en el Perú (Editorial Horizonte, Lima, 1999), de Yazmín López Lenci, examina el importante movimiento literario y cultural de la década de los años 20 en el Perú, poniéndolo en el contexto de su genealogía a partir del periodismo, las corrientes ideológicas en boga y el surgimiento de las clases medias tanto en Lima como en provincias. Para su estudio, López se ha nutrido con la notable cantidad de revistas literarias y culturales que grupos vanguardistas publicaban tanto en la capital como en las ciudades del interior.
(DM, noviembre de 1999.)
Rivera: Cuentos completos La presencia de Edgardo Rivera Martínez en las letras peruanas ya es un hecho definitivo. Después del éxito notable de su primera novela, País de Jauja, considerada recientemente como el libro de narración más importante de la década de los noventa en el Perú, el interés por su obra no hace más que acrecentarse. Para satisfacción de quienes admiran la prosa tan peculiarmente hermosa de Rivera, se ha publicado una edición de sus Cuentos completos (Alfaguara, Lima, 1999), libro que reúne 39 historias escritas desde 1954 hasta 1997 (inéditos los tres últimos). Lo andino, lo fantástico y lo urbano transcurren sin tropiezos en su narración francamente hermosa.
(Edgardo Rivera Martínez colabora en la sección de Literatura de Ciberayllu.)
(DM, setiembre de 1999.)
De este libro, está disponible «En la luz de esa tarde»
Peter Elmore: Las pruebas del fuego Peter Elmore, narrador y crítico literario peruano, ha publicado su segunda novela, Las pruebas del fuego (PEISA, Arango, Lima y Bogotá, 1999)) en la que, valiéndose en cierta medida de los recursos del género policial, relata la historia de la investigación que un joven historiador aficionado al arte lleva a cabo para encontrar la pista de un cuadro que un gran artista del Renacimiento italiano envió a los Andes peruanos para protegerlo de la Inquisición.
(Ciberayllu ha publicado un trabajo crítico de Peter Elmore, así como una entrevista que le hizo Nelson Manrique.)
(DM, setiembre de 1999.)
Marco Martos: El mar de las tinieblas Incorporado hace menos de un mes a la Academia Peruana de la Lengua, uno de los poetas peruanos más importantes de las últimas décadas es Marco Martos, nacido en Piura en 1942, que ofrece ahora El mar de las tinieblas (El Caballo Rojo y Atenea Editores, Lima, 1999), libro inusual por varias razones. La primera es, obviamente, la poesía de Martos, que se lee con tranquilidad, que da reposo mientras nos habla del amor, de la historia, de la patria, de la ciudad, pero con pocas quejas, sin mayor desencanto. Canta mucho a la vida, y en sus versos son frecuentes los buenos augurios. Lo segundo es el manejo más que notable que tiene Martos de todas las formas poéticas, clásicas y modernas, que el escritor despliega metiéndose en el oficio de otros grandes poetas, desde Góngora hasta Vallejo, y desde Kawabata hasta Dante y Rilke. Y lo tercero es el volumen: ciento ochenta páginas de poesía. Lindo libro.
(DM, setiembre de 1999.)
   
Notas brevísimas anteriores
 
[Ciberayllu]
991105